Claves para la socialización en el trabajo híbrido

Patricea Pop

9 minutos para leer

Hybrid Work Model. Succes and failure in socialization between team members.

Uno de mis episodios favoritos de Friends es en el que Rachel empieza a fumar cuando descubre que su jefe y su compañera de trabajo estaban tomando decisiones sin ella al salir a fumar.

Después de muchos años en el mundo empresarial como no fumador, sabía que los vínculos se formaban a menudo durante las pausas para fumar y tomar un café. Que había cierta complicidad, cercanía y confianza entre los compañeros que compartían estos ratos juntos. 

Lo mismo ocurría con las conversaciones espontáneas en la cocina o cafetería, donde solía entablar conversaciones diferentes, o me presentaban a compañeros de otros departamentos. La mayoría de las veces me ayudaba a empatizar más y juzgar menos, aunque también estaban los tan sonados rumores y cotilleos de oficina.

Estos pequeños—pero importantes—eventos característicos de trabajar en una oficina, son cada vez menos comunes para muchos de nosotros hoy día.

Y es que lograr interacciones sociales en un modelo de trabajo híbrido se está convirtiendo en un gran reto para muchas organizaciones, ya que los empleados tienen que ser capaces de navegar con éxito por ambos mundos—el digital y el presencial—y, a decir verdad, pocos están socialmente equipados para hacerlo con facilidad.

Crear un entorno en el que las personas se sientan conectadas es una solución a largo plazo que no se produce de forma automática simplemente por el hecho de tener la tecnología y el equipo necesarios para ello.

Incluso cuando compartíamos el mismo espacio, las empresas tenían que esforzarse por construir esa cultura. Tampoco tiene sentido pretender que la vida en la oficina fuera siempre fácil, ni que las relaciones que entablábamos fueran reales y auténticas. Muchas organizaciones ya sufrían dinámicas de grupo ineficientes mucho antes de la pandemia.

También vemos cómo muchos empleados abrazan sin problemas el nuevo modelo de trabajo híbrido. Estas son sólo algunas de las cosas que muchos no echarán de menos: 

  • Posibles acosos, ya fueran sexuales o laborales
  • Las ruidosas mofas al ir a explicar algo
  • las preguntas, muchas veces intrusivas, de los compañeros
  • La vigilancia constante y comparaciones de muchos superiores y compañeros

¿Qué elementos hemos de tener en cuenta a la hora de implantar el nuevo modelo de trabajo híbrido?  

Aquí te descubrimos algunas de las claves que marcarán la diferencia entre el éxito o el fracaso del nuevo modelo de trabajo híbrido:

1. La cultura y ADN de la empresa

Cada empresa tiene su propio ADN y de éste depende en gran medida la eficacia de sus estrategias para generar interacción en el equipo.

Una cultura de trabajo sana, con empleados que sienten que pertenecen y saben que tienen voz o se sienten animados a participar en la conversación, proporcionará una base sólida sobre la que construir relaciones en el nuevo modelo de trabajo.

Los entornos marcados por una competencia hostil, mucha burocracia, con líderes que juegan a favoritos y veteranos reticentes a acoger a los nuevos empleados, se enfrentarán a una carrera de obstáculos continua

2. Corresponsabilidad

Partiendo de la base de que uno no puede hacerlo todo solo, y de que toda relación es un baile entre dos partes, el éxito en la implantación de un nuevo modelo de trabajo es inviable sin un esfuerzo conjunto. 

Y es que la responsabilidad personal en las organizaciones no es un concepto abstracto. El teletrabajo y los equipos virtuales durante la pandemia han puesto la responsabilidad personal en el centro de la conversación, convirtiéndose en un requisito obligatorio para el trabajo híbrido.

Este nuevo modelo de trabajo no favorece a aquellos que dejan toda la responsabilidad a sus empleados o a sus superiores. En el trabajo híbrido, equipos y líderes han de ser capaces de encontrarse a mitad de camino.

3. El papel de los líderes y la comunicación interempresa

La pandemia ha puesto de manifiesto el papel fundamental del liderazgo y del departamento de comunicación interna. Ambos han tenido la difícil tarea de conseguir que la información fluya sin problemas en todos los niveles de la organización de una manera fácilmente accesible para todos, en el momento y contexto correctos. 

Los procesos de comunicación interna de las empresas se han puesto a prueba durante este periodo, y muchas han recibido valiosas lecciones en este sentido. ¿Por qué? Porque los empleados que no se encuentran en el mismo lugar tienen menos posibilidades de mantener conversaciones espontáneas. 

Al no poder participar en los pequeños momentos sociales que tenían lugar en pasillos o cafetería, los empleados necesitan sentir que sus líderes no les dejarán de lado. Por eso se ha de fomentar la interacción con todos los miembros del equipo, poniéndola en la lista de prioridades.

El nuevo escenario laboral exige un nuevo tipo de comunicación: un estilo más consciente y menos superficial, con reuniones que no se limitan a celebrar las cifras y los resultados, sino que se centran en el aspecto social y humano de los equipos también. Esto debe hacerse sin añadir más presión ni sentir la urgencia de recuperar el tiempo perdido, lo que puede llegar a sobrecargar a los empleados. 

Finalmente, no hemos de olvidar que las relaciones laborales, como todas, se construyen gradualmente y con esfuerzo por ambas partes. Puede ser que haya llegado el momento de olvidarnos de tantos títulos y dedicar más tiempo a ver, conocer y entender a la persona que hay detrás.

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Escrito por Patricea Pop

Contributor

Se dice que un viaje de mil millas comienza con un simple paso y el mío comenzó hace unos veranos cuando quería hacer algo por mí misma, así que me inscribí en un programa de coaching. Esto me dio la oportunidad de mirarme a mí misma desde una perspectiva diferente: poco sabía que me llevaría a una carrera diferente, la de ser entrenador.

Después de más de 12 años en el mundo empresarial con muchas lecciones aprendidas y varios años de preparación para mi nuevo cargo, ahora apoyo a las personas en los negocios para que mejoren sus habilidades de auto-liderazgo. Creo que el liderazgo es un trabajo interno y es en parte búsqueda de conciencia, en parte estrategia y en parte habilidades de relación.

Me encanta escribir sobre el trabajo y las organizaciones porque es el lugar donde invertimos mucho nuestro tiempo y energía y, a menudo, terminamos sintiéndonos estresados, atrapados e insatisfechos. Mi fuerza se basa en mi capacidad de recuperación, pensamiento crítico e intuición y creo que es un honor acompañar a alguien en su viaje interior.

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