Todo sobre tus impuestos si trabajas para empresas extranjeras

En los últimos dos años, hemos podido observar fácilmente cómo la pandemia ha transformado fundamentalmente la forma de trabajar hoy en día. El «trabajo desde la oficina» fue rápidamente sustituido por la posibilidad de trabajar desde cualquier parte del mundo, un objetivo que hace tiempo parecía difícil o incluso imposible de alcanzar.
En este contexto, hay mucha confusión sobre la forma en que se deben pagar los impuestos, mientras que la pregunta más frecuente es la siguiente: ¿este trámite se realiza en el país de origen del empleado o en el país donde trabaja?
Para responder a ello, presentamos a continuación algunos de los principales puntos acerca de los impuestos sobre las rentas extranjeras.
¿Qué país puede pedirle declaraciones de impuestos?
La norma dice que el país en el que eres un residente a efectos fiscales te puede gravar la totalidad de sus ingresos sin importar en qué parte del mundo los haya obtenido. Así, el término renta incluye los salarios, las pensiones, las prestaciones, los ingresos procedentes de la propiedad o de cualquier otra fuente, o las ganancias de capital obtenidas por la venta de bienes.
Al mismo tiempo, cada país tiene su propia definición cuando se trata de la residencia a efectos fiscales, pero normalmente
- Se te considerará residente a efectos fiscales en el país donde pases más de 6 meses a 1 año;
Ejemplo 1: Si tu país de origen es Italia, pero pasas de 10 meses a un año en España. Resulta que eres residente fiscal en España.
- Tu país de origen se considerará el lugar donde eres residente fiscal si pasas menos de 6 meses a 1 año en otro país de la UE.
Ejemplo 2: Si tu país de origen es Italia, pero pasas 3 meses al año en España, Italia seguirá siendo el lugar donde eres residente fiscal.
Por lo tanto, podemos observar que la residencia fiscal no está relacionada con la residencia que figura en el documento de identidad.
¿Qué implica la doble residencia?
En algunos casos, usted puede ser considerado residente fiscal en dos países al mismo tiempo y, en consecuencia, ambos pueden exigirle que pague impuestos por sus ingresos. Para evitar estas situaciones desagradables, sobre todo para los contribuyentes, la mayoría de los estados tienen acuerdos de doble imposición, que establece las normas utilizadas para determinar cuál de los dos países puede considerarle residente fiscal.
La mayoría de estos acuerdos bilaterales establecen que los impuestos pagados en el país donde trabajas se deducirán de los impuestos debidos en tu país de residencia. Por otro lado, otros convenios mencionan que los ingresos obtenidos en el país donde trabajas sólo pueden tributar en ese país, por lo que no pagarás otros impuestos en el país de residencia.
¿Y qué pasa con el domicilio fiscal ficticio?
En virtud de los tratados de doble imposición, el país donde usted obtiene todos o «casi todos» sus ingresos debe tratarle como si fuera un residente fiscal, aunque no viva allí. Algunos países ofrecen este estatus de residente fiscal ficticio a los trabajadores pendulares transfronterizos.
De acuerdo con la legislación de la UE, cada Estado miembro es libre de determinar qué porcentaje de sus ingresos representa «casi todo».
Trabajadores desplazados o en busca de empleo
Si eres un trabajador desplazado o buscas empleo en el extranjero, se considerará que es residente fiscal en su país de origen. Por lo tanto, el impuesto se pagará en dicho país, aunque viva en el extranjero más de 6 meses al año.
La condición fundamental es mantener la residencia permanente en su país de origen y, al mismo tiempo, mantener estrechos vínculos personales y económicos con ese Estado.
¿Qué principios rigen estos convenios?
Principio de no discriminación
Por este principio, los Estados se comprometen a dar un trato fiscal análogo a todos los residentes fiscales de su Estado, independientemente de su nacionalidad
Principio de procedimiento amistoso
Este principio simboliza que cualquier residente fiscal en un Estado puede demandar un acuerdo amistoso interestatal en aquellos casos que considere que uno de los Estados ha aplicado indebidamente el convenio.
Principio de intercambio de información o asistencia mutua
No podemos olvidar que la finalidad de estos convenios va más allá de tributaciones, y busca la cooperación entre administraciones fiscales internacionales. Por ello, uno de los pilares fundamentales de estos acuerdos es la transparencia a la hora de intercambiar información entre los Estados firmantes, tanto para aplicar correctamente el convenio como para prevenir delitos fiscales como el fraude o la evasión fiscal.
¿Qué convenios de doble imposición tiene España?
Actualmente España cuenta con múltiples convenios de doble imposición. Entre los que podemos distinguir dos tipologías :
- Convenios en los que un estado renuncia a gravar las ganancias de sus nacionales que son residentes fiscales del otro Estado, acordando que sólo uno cobre el impuesto total sobre la renta.
- Imposición compartida, en el cuál ambas partes recaudan parte del impuesto total a pagar por el contribuyente